Agnes Heller
Los que tenemos la oportunidad de acumular experiencias dentro de contextos educativos nos encontramos sumergidos en un océano de planes académicos, metodologías, estándares y currículos, propuestos y desarrollados para contribuir a la formación de un estudiante “Integral”. Sin embargo vemos que existe una gran brecha entre lo que esa teoría pretende y los resultados obtenidos. Entonces ¿qué clase de sujetos pedagógicos se están formando? Pero mejor aún ¿qué clase de sujetos pedagógicos queremos formar como docentes?
Con ello no pretendo dar una respuesta general sino tratar de hacer una explicitación desde mi perspectiva como docente y para ello es necesario darle un vistazo a nuestro quehacer; no se puede negar que cada docente lleva implícito la responsabilidad con los educandos, aunque muchos en medio de sus prácticas hayan olvidado ésta, la misión que nos mueve a los docentes del hoy es re-crearnos como profesionales, como investigadores, como docentes reflexivos, en donde la hermenéutica sea ejercicio diario .
Al reflexionar sobre nuestra práctica dejamos ese individualismo que nos inunda en el corre corre diario. Gabriel García Márquez cita en el informe de la misión de sabios que hemos terminado por ser incrédulos, abstencionistas e ingobernables, y de un individualismo solitario por el que cada uno de nosotros piensa que sólo depende de sí mismo. Razones de sobra para seguir preguntándonos quiénes somos, y cuál es la cara con que queremos ser reconocidos en el tercer milenio.
“Creemos en la comisión, que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social, y que la educación será su órgano maestro. Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma”.*
Es por ello que se nos invita a hacernos visibles y ver que podemos sumergirnos con agrado y gusto dentro de la misión que nos enciende un bombillo rojo día a día: Ser investigador educativo, ser el motor de la investigación; ser capaz de construir un discurso, una regla una hipótesis para transformar realidades sociales pero además capaz de encontrar un lugar común con nuestros vecinos de escritorio y de pensamiento y así empezar a hablar de interdisciplinariedad.
Cuantos están transformando su quehacer y cuántos son ciegos ante este llamado?
Ahora bien, cuando nos enfrentemos a nosotros mismos, seamos coherentes con nuestra práctica social, establezcamos niveles de conciencia con lo que hacemos, nos politicemos y develemos que muchos de nosotros podemos construirnos
como esos docentes descritos impregnados de las cualidades que menciona (FREIRE) en sus cartas: Humildad, amorosidad, Valentía, tolerancia, ni paciencia (en donde solo se agota en el bla-bla-bla) ni impaciencia (que en ocasiones se agota en el activismo irresponsable), parsimonia verbal; quizá podamos acompañar a los sujetos pedagógicos de una mejor y más significativa manera y así generar esas transformaciones que están en nuestras manos : lograr formar a un sujeto pedagógico como ser político .
El docente trabaja con informaciones y conocimientos pero ya no se puede entender la comunicación como la transmisión de información; esa educación bancaria que hace énfasis en los contenidos, ni la educación conductista que
hace énfasis en los resultados; por todos los procesos que actualmente se mueven a nuestro alrededor, sin embargo existen paradigmas ( la evaluación entendida para dar cuenta de un saber , de esos conocimientos que ha generado el docente hacia el estudiante; la prueba de estado ICFES que mide a los estudiantes en su alta capacidad para ser buenos receptores ; los estándares de calidad que no tienen en cuenta el contexto cultural-social de las diferentes comunidades y que pretenden ser implementados solo por seguir la norma y encima tomados de modelos ajenos) dentro de cada centro educativo que se salen de las manos de los docentes que podrían transformar su práctica hacia una propuesta comunicativa-dialógica que haría énfasis en los procesos (Freire), y que posiblemente contribuya a la formación de ese sujeto pedagógico añorado.
El estudiante actual se mueve dentro de varias identidades al mismo tiempo, pero a la vez no tiene ninguna, es muy claro que los jóvenes viven en movimiento, aunque para otros estén en un "estancamiento de pensamiento". Lo que sucede es que quizá los otros escenarios en donde también se construye conocimiento sean más atractivos para ellos y la escuela o nosotros no lo percibamos , reconozcámoslos y aprovechémoslos para nuestra propia praxis sin quedarnos anclados a viejos modelos sin aportar a nuestra responsabilidad.
Las nuevas tecnologías están presentes en esos escenarios y los estudiantes que construyen sobre diferentes culturas e identidades se están involucrando con el mundo no desde un atlas o enciclopedia de una biblioteca, sino que ahora tienen el mundo con un clic, sin diferencias de tiempo, espacio, fronteras o limites; viven conectados, caminando por las calles junto con unos audífonos que permean lo que no les interesa pero deseosos de expresar su realidad en una canción de hip-hop , grafiti, o simplemente en las notas de sus cuadernos de tareas donde estas nuevas sensibilidades son la forma de representarse.
El ir de la mano con las nuevas tecnologías y re-significar lo que significa la comunicación dentro de la escuela puede contribuir a formar ese sujeto político que se apasione y saque desde adentro no que debamos inculcarle o moldearlo.
Nosotros debemos pensar cómo por medio de proyectos comunicativos nos acercamos a nuestros estudiantes utilizando los medios y nuevas tecnologías (que en muchos casos manejan al derecho y revés) y lograr que participen, se involucren y le apuesten a generar transformaciones de su verdadera propia y cercana realidad; lograr que esas voces que dentro de las 4 paredes son invisibles se hagan visibles y salgan de su silencio no olvidando que se deben respetar sus sueños y miedos .
Entonces aterricemos el campo de la comunicación-educación en nuestra escuela por la transformación de estos sujetos teniendo en cuenta a los autores como Rosa María Alfaro, William Fernando Torres, Jorge Huergo, entre otros, quienes señalan que no es posible pensar y consolidar el campo de la educación-comunicación sin que primero, su proyección esté orientada hacia la transformación de los sujetos y sus realidades sociales; segundo se aproveche su carácter estratégico en tanto éste posibilita intervenir en los procesos culturales contemporáneos desde una perspectiva contrahegemónica ; y tercero en el entrecruce de la comunicación -cultura, la educación y la pedagogía , se busque encontrar el sentido político de la cultura, el sentido cultural de la política y se haga hablar a la pedagogía desde la conexión de la cultura y la política. (VALDERRAMA, 2000)